viernes, 25 de noviembre de 2011

REDESCUBRIENDO A NAPOLEON

Y si nos dijeran que Napoleón nunca existió...
Me imagino que nuestro aprecio por la historia caería a unos niveles imposibles de volver a recuperar. Pero podemos hacer un pequeño juego o "forzar" la historia para intentar la demostración de la inexistencia del personaje. Veamos.

En 1796 (por ejemplo en noviembre de ese año Napoleón venció a las tropas austriacas en el puente de Arcola, en los Alpes,, DURANTE LA CAMPAÑA DE ITALIA) un miembro de la Academia de Inscripciones de París, Monsieur Dupuis publicó un extenso libro (cuatro volúmenes) de gran éxito en la época: "El origen de todos los cultos o la religión universal" inaugurando una teoría histórica en la que se pretendía demostrar que el origen de toda la religión era el mito solar.

El éxito de esta teoría fue enorme en Europa y en ese contexto apareció un libro (más o menos un folleto) titulado "Grande Erratum" que en su cuarta edición, en 1838 (Napoléon Bonaparte, preso en Santa Elena, murió el cinco de mayo de 1821), apareció con el título "Demostración de que Napoleón no existió", llevando a la mofa la teoría de la "historia mítica". En resumen se señalaba que el Emperador francés no era otra cosa que un personaje alegórico, el Sol personificado. EL LIBRO APARECIÓ DOS AÑOS ANTES DE LA REPATRIACIÓN DE LOS RESTOS DEL EMPERADOR DESDE ESA ISLA RECONDITA DEL ATLÁNTICO EN LA QUE MURIÓ HASTA PARÍS, EN SEPTIEMBRE DE 1840.

En esencia se decía que Napoleón Bonaparte Ramolino, había nacido en Córcega, una isla del Mediterráneo. Su madre, Leticia, habia tenido tres hermanas y cuatro hermanos (de los cuales tres fueron reyes). Tuvo dos mujeres, y de una de ellas un hijo.

En estos cuadro Napoleón está leyendo y jugando con el "rey de romanos", su hijo.


Su ejército era comandado por dieciséis mariscales, de los que doce estaban en servicio activo. Su gran obra fue la finalización de la REVOLUCIÓN, pero extendió sus ideas hacia su enorme imperio, llegando al cénit al mediodía (PAZ DE TILSIT) y sucumbiendo en el norte (RUSIA). Después de reinar doce años (La constitución del año X, 1802, le otorgó el cargo de cónsul vitalicio, paso previo al plebiscito con el que se autoproclamó emperador en 1803; hasta las derrotas de 1814 o Waterloo, en 1815).

Su reinado vino desde Oriente, tras la campaña de Egipto, hasta desaparecer en los mares occidentales (Santa Elena se halla en el Océano Atlántico).



A partir de esta breve biografía el folleto intenta relacionarlas con el mito solar o la figura de Apolo. Comienza señalando que Apolo en francés sería Apollon, el Sol como se designa en la poesía. Fuerza la palabra señalando que Apolo y Apoleón serían lo mismo y ambas derivarían de un verbo cuya traducción sería exterminar. La sílaba inicial Ne o Nai constituye en griego una verdadera afirmación, por lo que Napoleón vendría a significar, verdadero Apolo, verdadero Sol.
En cuanto al apellido Bonaparte, haría referencia a la existencia de una buena parte y otra mala, como la luz y la oscuridad, es decir, la buena parte que daría el  Sol.

El "Apolo mitológico habría nacido en la isla de Delos, una isla mediterránea situada en una posición análoga que Córcega respecto a Francia. Apolo era hijo de Leto, que quiere decir Alegría y designa a la Aurora que precede al Sol y Napoleón era hijo de Leticio Remolino. Tuvo tres hermanas, como la tres Gracias, que formaban parte de la corte de Apolo. Igualmente tuvo cuatro hermanos, de los que reinaron tres; al igual que  los hermanos de Apolo, que no son otra cosa que las cuatro Estaciones. De ellas, primavera (con la flores), verano (con las mieses) y otoño (sobre los frutos) dependen directamente del Sol, del que reciben su fuerza y poder, y solo reinan por él. El cuarto, el invierno, sobre nada reina.

Napoleón tuvo dos mujeres, como el mismo Apolo. Una de ellas era la Luna, para los egipcios, con la que no tuvo descendencia (como ocurrió con Josefina Beaumarchais); y con la otras Isis (la hija del emperador) tuvo a su único hijo, Horus, como Napoleón y su sucesor el "rey de romanos" (título del heredero del imperio).

http://library.thinkquest.org/C0110901/imagesAll/crossalp2.jpg Paul Delaroche, 1848. Napoléon, a lomos de una mula, cruzando los Alpes, en una versión más alejada de la teatralidad de Jacques Louis David, representándolo entonces de forma más realista.

La victoria pertenece al más perseverante.


Napoleón puso fin a una Revolución, a la que se designó con el azote de una hidra, es decir de una serpiente. Ésta no sería otra que la serpiente Pitón, dragón monstruoso que amenazaba a Grecia y que fue muerto por Apolo. Así con Napoleón se acabó la "revolución" palabra que deriva de revolvo que indica la posición de una serpiente enroscada.
El emperador y sus doce mariscales en activo sería los doce signos zodiacales, que marchan directamente bajo las órdenes del Sol; y los otros cuatro mariscales serían los cuatro puntos cardinales. Es decir, el Sol en el centro, ordenando sobre el tiempo y el espacio.
Apolo, el Sol, triunfa en el mediodía, tras nacer en oriente y ponerse en Occidente. Las victorias de Napoleón comenzaron en Egipto, llegarían a su cénit con la paz de Tilsit (1807) y declinaron en Santa Elena (en el occcidente según la posición de Europa). Pero en ese camino intenta internarse en las latitudes del norte alejándose del Ecuador, hasta que finalemnete se aleja hacia el sur, igual que la expedición napoléonica hacia Rusia y su humillante derrota. Este gobierno de Napoléon se desarrolló sobre doce años (1803-1815), que no son otra cosa que las doce horas del día que brilla el Sol sobre el horizonte.

Y así quedaría demostrado, según el autor del folleto, que Napoleón nunca habría existido. ¿Nos ha convencido?...

Obviamente esto no ha sido otra cosa que una ficción, un historia mítica, una historia forzada en sus datos, que como juego, como broma no tiene más valor que ése. Quizá nos pueda servir para reflexionar sobre el conocimiento histórico y los datos del pasado. Partamos de la existencia del gran Napoleón y descubramos una cara diferente en estas imágenes que acompañan al texto. En ellas podemos ver al emperador en actos bastante diferentes a los conocidos y a los que nos podemos imaginar sobre el emperador.

Acompañan a las imágenes algunas frases que se adjudican a Napoleón Bonaparte. 




Lo imposible es el fantasma de los tímidos y el refugio de los cobardes.


Y aquí caricaturizado por James Gillray:


El pudin de ciruela en peligro o los epicúreos tomando un temtempié, caricatura política de Gillray, en 1805. Importante sátira política en la que se critica el reparto del mundo.

Para aprender más sobre Napoleón:


Ahora que hemos aprendido un poco más sobre el emperador francés; o desaprendido sobre la mitología, espero que sepamos situar cada cosa en su sitio. ¿A que la Historia no tiene que ser tan aburrida como podemos pensar? Bueno, ni esto ha sido "Historia" ni hemos pretendido ir más allá que una pequeña aproximación y una animación a la profundización en el tema.


Teodoro Fernández