martes, 9 de noviembre de 2010

GUERRA Y VICISITUDES DE ALGUNOS ESPAÑOLES: JULIÁN ZUGAZAGOITIA


Julián Zugazagoitia y Francisco Cruz Salido

"IZADO EN SU PEANA DE CAUDILLO, CASTILLA, QUE LE HIZO, LE DESHACE, MIENTRAS RUEDAN POR LA LLANURA ILIMITADA, CON LAS DESCARGAS DE LOS PIQUETES SINIESTROS, LOS VÍTORES DE ESPERANZA Y RESURRECCIÓN DE LAS VÍCTIMAS"

Última frase del libro de Zugazagoitia, Guerra y vicisitudes de los Españoles.

9 de noviembre de 1940, a primeras horas de la mañana, amaneciendo, Julián Zugazagoitia Mendieta, Juan Cruz Salido, y otras doce personas fueron fusiladas en las tapias del cementerio de la Almudena. Se cumplen, entonces, setenta años de este acontecimiento. En el instituto hemos celebrado también el centenario del nacimiento del poeta Miguel Hernández, que moriría en prisión en 1942. Este artículo quiere conmemorar el aniversario de la desparición de un luchador por la libertad y unirlo al recuerdo del gran poeta.

Junto a ellos, ese mismo día, fueron fusilados otros republicanos como Ciriaco Diaz Gutiérrez, Enrique Díaz Martínez,  Celedonio García Muñoz, Juan Pedro Hidalgo Vaquero, Francisco Lastra Valdemar...Unos días antes, el 3 de noviembre había fallecido el que había sido presidente de la República, Manuel Azaña. Había muerto de pena, que seguro que se puede morir así. De pena y de tristeza por el desgarro ocurrido en España desde 1939, e incluso desde la misma instauración de la República.

En el entierro de Azaña, en Montauban, suelo francés, de los colaboracionistas de Vichy,  se prohibió el uso de la bandera republicana y se le impuso la tricolor mexicana. Además de ser tratado como un "ladrón" por las autoridades, ya que se permitió que el cónsul español de Burdeos registrara la casa del político español en busca de tesoros escondidos. 
Azaña no corrió la misma suerte que Zugazagoitia o Companys porque falleció casi al mismo tiempo de la llegada del embajador Lequerica con la misión de apresarle o ...

Fue un  periodista comprometido y político del ala moderada del PSOE, escribió en El liberal y el diario El Socialista, órgano de expresión del partido, en los primeros meses de guerra.  (En este enlace hay un interesante recuerdo del periódico en guerra) Ejerció el cargo de ministro de la gobernación en el gabinete de Juan Negrín donde tuvo que hacer frente al turbio asunto de Andreu Nin. Salió del gobierno en abril de 1938 junto con su mentor, Indalecio Prieto, pero siguió en responsabilidades en el miniserio de Defensa como secretario general.
Al final del conflicto escribió un relato sobre la guerra civil, que sin llegar a la precisión y el rigor histórico, que no era el caso, constituye un fuente histórica directa de primera magnitud.



En el capítulo 18 se recoge un pasaje de hace 74 años, del 7 de noviembre de 1936 cuando el gobierno de Largo Caballero abandonó Madrid camino de Valencia. Prieto que residía en el mismo edificio en el que se situaba la redacción del periódico les comunicó la noticia a los redactores. Zugazagoitia respondió:

- Quedarme. Nuestro periódico no puede dejar de publicarse. Una suspensión en estas circunstancias supondría el acabamiento de nuestro partido. Además que las cosas que hayan de suceder no irán tan rápidas como para que necesitemos salir esta misma noche a uña de caballo... Necesito quedarme. ¿A qué compañero le digo que me sustituya en mi puesto, y cómo se lo digo sin exponerme a que me replique que su vida no es menos valiosa que la mía? Tengo que quedarme. Es un obligación de mi cargo.

En la foto aparecen los miembros de la redacción de El Socialista, entre ellos, a la derecha fumando, Federico Angulo, corresponsal que sería fusilado durante la guerra. Éste, envió su última carta a Julián Zugazagoitia desde la cárcel, el 22 de junio de 1938, esperando su fusilamiento. A la derecha de éste, Cruz Salido, responsable de prensa de la JARE (Junta de Ayuda de los Republicanos Españoles) en el momento de su detención y extradición ilegal.


Capturado el 27 de julio de 1940 en París por la Gestapo y entregado a las tropas franquistas. sin tener en cuenta las leyes internacionales ni francesas, junto con otros políticos, como Rivas Cherif, cuñado de Azaña o Juan Peiró, ministro de Trabajo de la República,  o su amigo  Cruz Salido,  que serían juzgado por un tribunal militar y condenados a muerte.


A Julián Zugazagoitia no le aplicaron la misma piedad que el expresó y ejerció con los presos franquistas desde sus responsabilidades de gobierno. Su labor se dirigió a desarrollar un trato más humano con esos presos y fue el responsable de la liberación del escritor Wenceslao Fernández Flórez.

Cipriano Rivas Cherif, cuñado de Azaña con quien compartió sus últimas horas de vida en la cárcer de Porlier o Torrijos, el mismo lugar donde Miguel Hernández escribiría las Nanas de la Cebolla.

Juan Peiró, ministro de Trabajo en el gobierno de Largo Caballero, procedente del anarquismo, entró en un gabinete ejecutivo, por primera vez en la historia junto a Juan García Oliver, Juan López y Federíca Montseny. En su juicio contó con numerosos testimonios a favor, pero su negativa a colaborar con las autoridades, que le ofrecieron algún cargo en los sindicatos verticales determinó su fusilamiento el 24 de junio de 1942. Pinchando en su nombre podéis leer un interesante artículo que describe el juicio y la enorme cantidad de declaraciones a su favor en el juicio.

En prisión coincidió con Lluis Companys, el único jefe de gobierno de Europa elegido democáticamente y represaliado con la muerte. Allí debatieron y se reconciliaron de sus diferencias políticas.

El presidente Companys fue fusilado en el castillo de Montjuich el 15 de octubre de 1940 mirando directamente al pelotón y gritando: Asesináis a un hombre honrado. Por Cataluña!
El gobierno de Cataluña ha solicitado la anulación del consejo de guerra al presidente de la Generalitat, y la fiscalía ha anulado su condena sin revisar el juicio, en marzo de 2010.  Hasta hoy nadie ha pedido la anulación del juicio a Zugazagoitia, ni sus compañeros.

Se cuenta que el día anterior al fusilamiento los carceleros hicieron correr el rumor de que las penas habían sido conmutadas, hasta que fueron llamados para ir a la capilla. Sus últimas horas fueron recogidas por Cipriano Rivas (página 330-331 del libro de Santos Juliá sobre las víctimas de la guerra civil):

"Cruz Salido me hizo pocas recomendaciones. Él no perdonaba; pero no quería que su esposa viviera obsesionada por un pedazo de tierra en España ante la cual arrodillarse, ni que sus hijos volvieran nunca, si era posible, con la idea alguna de venganza ni revancha inútil...Zugazagotia habló mucho más. Estaba terminando, con la misma letra clara, menudísima y regular, el cuento marinero para su hijo. Había escrito ya a los suyos. Me encargaba, sin embargo, para que no cupiese duda alguna de la última voluntad suya y de su compañero que recordara siempre que tuviera ocasión... su firme deseo de que su sangre no sirviera nunca de mínimo pretexto para verter más sangre de españoles"

El fusilamiento de Juan Cruz Salido (http://quieneseran.blogspot.com/2008/07/francisco-cruz-salido-09-11-1940.html) sería más cruel si cabe, ya que agónico, o incluso muerto, fue sacado de la celda y colocado frente al pelotón.


En esas mismas tapias fue fusilado un campeño de 32 años, Nicolás Aragonés Diaz, el 17 de febrero de 1943, como podéis consultar en este enlace:
Su delito fue ser miliciano de Radio Este y sargento del 5º Regimiento

 Estas personas serían un número más entre  los 81.095 represealiados en la España franquista y los 37.843 de la España republicana, en cifras publicadas por Santos Juliá y otros en su libro del año 1999, que hoy deben tras ampliaciones y revisiones podríamos situar en 130.137 en la España franquista y de 32.000 a 42.587 en la España republicana.
Desde el año 2000 se ha producido la apertura de numerosas fosas comunes llegándose a identificar a 2.317 asesinados.

Para saber más:

Julia, Santos "Víctimas de la Guerra Civil Española"

Zugazagoitia, Julián "Guerra y Vicisitudes de los Españoles"

Para consultar balances de víctimas:
http://www.sbhac.net/Republica/Victimas/Repre.htm

Para consultar sobre la represión al final de la guerra




1 comentario:

Anónimo dijo...

Soy sobrina nieta de Nicolás Aragonés Diaz, y por casualidad veo reflejado su nombre en tu blog, ¿es sólo casualidad?.
Yo no le conocí personalmente pero mi madre siempre nos habló de Nicolás con mucho cariño y a la vez con rabia por la injustica que con él se cometió.